Un joven mirando la trasera de una joven moza...
Los que tenemos cierta edad, cuando estamos en las playas, aunque se nos vayan los ojos al mismo lugar que a los más jóvenes, solemos hacerlo con cierto disimulo, sobre todo para que no se percate nuestra parienta. Este mozalbete no se cortó ni un pelo al contemplar bien de cerca lo que la naturaleza le había proporcionado a esta bañista que se estaba quitando la sal. Una amiga le puso sobre aviso y ella lo persiguió con la mirada, como si el "anjalico" tuviera la culpa de algo.
... y la joven la fundió con su mirada.
1 comentario:
Muy buenos fotogramas JASA. Tu tampoco perdías detalle gachón.
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