Al anochecer del día 29 de febrero, fue incinerada la Sardina en la Ciudad de los Cerros y con ello se puso fin al Carnaval 2020. La comitiva de acompañamiento estuvo compuesta por unas doscientas almas que iluminaban la senda con antorchas. Se echaron en falta a algunas agrupaciones, una tenía su ausencia justificada y las otras dos ¿? por consiguiente la percusión de acompañamiento tuvo su mínimo exponente con un bombo y una caja de una chirigota "bambolla" y que para más inri nuestro fue la única que llenó de coplillas carnavaleras las calles céntricas de Úbeda. Como bien decían en su repertorio y al final lo consiguieron, que se quedaron con el Carnaval de los "bacines" y hasta con los ochíos. Los pregoneros pronunciaron el último responso y acto seguido el pescado fue conducido hasta el fuego purificador y allí ardió en menos que canta un gallo. Luego los carnavaleros tomaron posesión de algunos bares incluido el del "Chato" que fue donde los romanceros se volcaron y donde se vivieron los momentos más auténticos y de buena armonía del Carnaval. Hubo -incluso- hasta papelillos y serpentinas de colores para dar la bienvenida al año nuevo (de nuevo) del CHICOTE y la PEDROCHE. Los que tenían fuerzas para continuar la noche, se desplazaron hasta los Salones Condestable para rematar la faena.
Nota.- Las tres últimas fotografías son de Jesús Delgado del diario JAÉN y las hemos puesto porque han salido mejor que las nuestras.
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