

Los caracoles, ese majar esquisto y tapa por excelencia de las ligás primaverales, ya van estando en su punto álgido; aunque, a decir verdad algunos aún tienen tierra. Para evitar este molesto contratiempo mi mujer tiene siempre una frase en la boca: ¡NO TE LO COMAS TODO! (Pero es que los tíos somos así)
Hace unos días se celebró en el bar Alejo un concurso de caracoles y curiosamente no se alzó con el galardón los cocinados en ningún bar, sino que fueron los hechos por una ama de casa los que, a juicio del jurado, se llevaron la palma.
Aquí os ofrecemos dos instantáneas del curioso concurso realizadas por nuestro ocasional “colaborador visera” Julio Antiñolo.
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