Sólo conocemos la versión oficial que ha dado el Ayuntamiento por la cual se suspendió la corrida del pasado domingo, pero no sabemos cuáles habrán sido las circunstancias o entresijos que han obligado a la empresa a incumplir su contrato. Lo que sí es una realidad es que precisamente en el momento que la fiesta nacional está atravesando una mala racha, estas situaciones son nefastas y en nada la benefician. De todos los que intervienen en el extenso reparto, el más noble y honrado de todos es el protagonista indiscutible, el toro, que se quedó paciendo en los corrales tan ajenos a todo; y los más “indignados”, los sufridos aficionados, que con estas malas actuaciones los están desmoralizando y mermando cada vez más su censo.
Hoy, día de San Francisco, sí habrá corrida de toros, aunque no sabemos cuál será la respuesta del aficionado.
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